domingo, 26 de abril de 2009

¡Ciencia Contagiosa!


INFECTIOUS
STAY AWAY 17:04:09-17:07:09

Este, es el título de la nueva exposición científica de la Science Gallery, una iniciativa del Trinity College, la Universidad de Dublín, en Ireland. Un espacio único donde la ciencia se combina con el juego, la música, la pintura, el diseño, la experimentación, las gincanas, el ocio, las compras, los besos y la cultura. Parece increíble que tan pocos metros cuadrados den para ser llenados de tanta imaginación.

El fin de semana pasado tuve la oportunidad de visitar esta nueva propuesta que durará tan sólo tres meses. Y es que la Science Gallery se organiza precisamente como indica su nombre, como una galería científica. En su interior las exposiciones se renuevan constantemente. De este modo se consigue una oferta lúdica equiparable a ir al teatro, el cine o una galería de arte.



Desde la apertura de esta última exposición, el pasado 17 de abril, más de 600
0 personas han sido expuestas a la INFECCIÓN de la ciencia y la cultura. Los visitantes han podido explorar los mecanismos que producen el contagio o los métodos utilizados por la contaminación. En la exposición se presentan de forma paralela las infecciones víricas, bacterianas o de salud en general, con las infecciones informáticas y tecnológicas. Todo el edificio se viste de centro contaminado e incluso la entrada se produce a través de un túnel de aislamiento. Mi amiga Liz estuvo a punto de pedirnos que no entráramos al creer que realmente el lugar estaba infectado... Una vez dentro, cada persona recibe un pequeño chip que en principio no está contaminado, pero que puede contaminarse a través de ondas electromagnéticas. ¡El juego estaba servido!


La siguiente propuesta era dar un beso a una cápsula de Petri para conocer las bacterias que pueblan nuestros actos de amor... Todos los besos van acumulándose en una de las paredes de la exposición.

Antes de seguir visitando las propuestas científicas y artísticas, nos encontramos con una pequeña tiendo donde podíamos comprar cosas tan peculiares como peluches víricos. Subimos las escaleras y nos encontramos con la posibilidad de conseguir extraer trocitos de nuestro ADN para un estudio sobre la resistencia genética a enferm
edades como la malaria. Para conseguirlo nos pidieron que ingiriéramos agua y nos enjuagáramos la boca para que se desprendiera alguna de nuestras células epitaliales. Agua y células volvieron a un tubo de ensayo. Le añadimos agua con sal, algo de detergente y finalmente alcohol muy frío. Finalmente, pudimos ver unos hilitos blancos muy finos... ¡Era nuestro ADN!

(Si os apetece reproducir experimentos similares podéis consultar en multitud de blogs de ciencia como por ejemplo:
Y muchos más...)

¡Seguramente a estas alturas, nuestro chip ya estaba infectado! Pudimos verlo un poco más tarde gracias a unas pantallas que mostraban la evolución de epidemia. Por suerte, la zona de desinfección nos devolvió la salud de nuestro chip!



Una instalación biológica-informática-artística nos mostraba como el movimiento de las dafnias, las "pulgas de agua" estaba relacionado con la pureza de la misma. Una cámara grababa el movimiento de estos pequeños seres para crear gracias a ello música por ordenador. Las dafnias podían oír los sonidos creados gracias a su movimiento... Y quién sabe, tal vez, se inspiraban con él... Quien sí se inspiró fue el grupo musical que improvisó a partir de estas extrañas notas. También había un lugar para el diseño. Un vestido creado con las páginas y la tapa de un libro de infecciones coronaba una de las salas. Dos artistas danesas habían pintado unos magníficos cuadros que transpiraban infección...



Y los niños, que se divertían infectando los chips electrónicos de los demás, también jugaban a construir programas informáticos de dudosa intención...

¡Fue una tarde completa! Divertida, científica, estimulante, excitante, impresionante... Y todo ello era ciencia, tecnología y arte. Algo cansados tomamos un poco de
H2O y C8H10N4O2.


Pero no os creáis que con esto se nos había acabado el día... Por la noche, fuimos convocados delante de Stag's Head, un bar tradicional de Dublín. Hubo diferentes convocatorias y no todos recibimos la misma información. Algunos llevaban una A escrita en la mano, otros una O... La invitación venía acompañada de una petición de avisar a amigos y/o conocidos y dar las mismas instrucciones recibidas. De este modo, pudimos ver que "epidemia", la A o la O se habían extendido más. Una vez reunidos hicimos palabras, frases y poemas con las letras de nuestras iniciales. Finalmente, brindamos con pintas de cerveza. ¡El viaje había valido la pena!

Y todo esto os lo cuento... porque quería compartirlo, quería gritarlo!! Y es que es una pena que en mi ciudad no haya un centro como este, ni la ciencia se viva de este modo. ¡¡Quiero dar una aplauso a Michael John Gorman, el director de la Science Gallery, por ser tan valiente y creativo!! Y os animo a todos a hacer una visita a la capital irlandesa y a no perderos una INFECCIÓN de entusiasmo!

Pero para aquellos que no puedan ir... Aquí tenéis el vídeo de la inauguración... Enjoy it!



miércoles, 8 de abril de 2009

Cócteles de ciencia, mates, misterio, crimen y algunas especias más


Esta tarde estaba con un compañero mirando unas preciosas fotografías donde algunas gotas de agua impactaban de vuelta a su fluido. En ese instante, mis propias palabras me han llevado a darme cuenta de que mi pasión son los combinados. No, no penséis que hoy quiero hablar de etanol, propanol o cualquier otro tipo de alcohol, no. Mis cócteles preferidos son los que mezclan ciencia o matemáticas con cualquier otra disciplina, manera de mirar al mundo o forma de sentir-se. Me gusta ver como en la caída de una gota se mezclan belleza, óptica, gravedad y dos componentes químicos: el hidrógeno y el oxígeno. Me emociona pensar que hay ciencia en cada esquina. Y quiero proponer la fusión más nuclear que las leyes de la física me permitan. Si el Flamenco puede fundirse con el Jazz, las matemáticas pueden mezclarse con los asesinatos y la física con la poesía.

Si a alguien le apetece poner en una misma coctelera: asesinatos, misterio, matemáticas y literatura, recomiendo la lectura, casi enfermiza, de la segunda parte de "Los hombres que no amaban a las mujeres". Es decir, "La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina" de Stieg Larsson. Este libro me sorprendió con frases como la que sigue:

"La raíz de una ecuación es un número que introducido en un lugar de la incógnita hace de la ecuación una identidad. Se dice que la raíz satisface la ecuación. Para resolver una ecuación uno debe encontrar todas las raíces. Una ecuación que es satisfecha por todos los valores imaginables de las incógnitas se conoce como identidad.
(a + b)2 = a2 + 2ab + b2 "

Y no sabemos si son palabras de un libro de texto o de una novela... Y es que la vida también tiene una incógnita o dos o tres o media docena. Una x, una y, una z, una n, una t o una combinación de todas ellas que resuelven el misterio... Cuando quedamos con un amigo, establecemos un tiempo y una posición determinada para que ambos cuerpos puedan tener un punto en común de entre todos los puntos de sus caóticos recorridos. ¡Cuantos trenes se encuentran entre A y B en los libros de texto! ¡Y cuantos amigos se encuentran para ir al cine en las calles de nuestras ciudades! Es exactamente lo mismo... (O una aproximación de lo mismo).

Y es que con este post, intento desagraviar a la ciencia y a las matemáticas de todos los instantes t en que estas son tratadas con desprecio. Rechazo todos esos comentarios sobre que la ciencia o las matemáticas son aburridas y no interesan al ciudadano. Me quejo de todos esos anuncios que vimos de pequeños, los que ahora ya llegamos a los 30, donde decían:

- ¿Las mates? ¡No, esas no entran ni frías, ni calientes!

Porque frías, calientes, con misterio, a palo seco, con ron, con letras griegas, en novelas, en el día a día, en el cine y en la vida, la ciencia y las matemáticas son la esencia y la chispa que nos mueve. No hay nada más curioso que un niño o una niña. Y nada más fascinante que un periodista y reportero de guerra sueco que describe como Lisbeth Salander, una de las protagonistas de sus novelas, de repente, se detiene en seco y...

"En el margen de su ejemplar de Arithmetica, Pierre de Fermat había garabateado las palabras: "Tengo una prueba verdaderamente maravillosa para esta afirmación, pero el margen es demasiado estrecho para contenerla".
El cuadrado se había convertido en un cubo (
x^n + y^n = z^n \ cuando n = 3) y los matemáticos habían dedicado siglos a dar respuesta al enigma de Fermat. Para llegar a resolverlo, en la década de los noventa, Andrew Wiles hubo de luchar durante diez años con el programa informático más avanzado del mundo.
Y de pronto, Lisbeth (nuestra protagonista) lo comprendió. La respuesta fue de una sencillez que la desarmó por completo. Un juego de cifras que se alineaban en serie, y de súbito, se colocaron en su sitio formando una fórmula que más bien debía verse como un jeroglífico. (...)"

Eso es lo que necesitamos, más mestizaje, más Lisbeth Salanders resolviendo enigmas de Fermat justo antes de encontrarse con unos asesinos. (Que por cierto, para los que guste el tema de Fermat (y para los que no) también recomiendo la película "La habitación de Fermat"), más Bart Simpsons comprobando el Efecto de Coriolis, más entendimiento a la vida y más realidad al misterio que nos rodea...

Y con esto... ¡Tan sólo desearos suerte, en vuestros cálculos matemáticos y en vuestras incógnitas vivenciales!! ¡¡¡A encontrar las Xs!!!